Cuando
todos los cromosomas están correctamente anclados a los microtúbulos del huso y
alineados en la placa metafásica, la célula procede a entrar en anafase (del
griego ανα que significa "arriba", "contra",
"atrás" o "re-"). Es la fase crucial de la mitosis, porque
en ella se realiza la distribución de las dos copias de la información genética
original.
Entonces
tienen lugar dos sucesos. Primero, las proteínas que mantenían unidas ambas
cromatidas hermanas (las cohesinas), son cortadas, lo que permite la separación
de las cromátidas. Estas cromátidas hermanas, que ahora son cromosomas hermanos
diferentes, son separados por los microtúbulos anclados a sus cinetocoros al
desensamblarse, dirigiéndose hacia los centrosomas respectivos.
A
continuación, los microtúbulos no asociados a cinetocoros se alargan, empujando
a los centrosomas (y al conjunto de cromosomas que tienen asociados) hacia los
extremos opuestos de la célula. Este movimento parece estar generado por el
rápido ensamblaje de los microtúbulos.13
Estos dos
estados se denominan a veces anafase temprana (A) y anafase tardía (B). La
anafase temprana viene definida por la separación de cromátidas hermanas,
mientras que la tardía por la elongación de los microtúbulos que produce la
separación de los centrosomas. Al final de la anafase, la célula ha conseguido
separar dos juegos idénticos de material genético en dos grupos definidos, cada
uno alrededor de un centrosoma.
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